Obra con títeres y cuentacuentos-actores, destinada a motivar primeras lecturas, mediante un cuento muy divertido y con música, que despierta curiosidad para que luego exploren la literatura, superado el temor a lo desconocido, que las criaturas prejuzgan como antiguo. Y por ello, pesado, solemne y triste.
La trama familiariza a los pequeños con Don Quijote, Sancho, Dulcinea, el Caballero de los Espejos; y con Rocinante y el burro y otros personajes. Así, acerca a los futuros lectores una imagen graciosa del argumento cervantino y con canciones exclusivas.
La adaptación, informal y por momentos rimada, ofrece sorpresas y momentos payasescos, en una experiencia inolvidable para niños de infantil y de primaria. También para sus padres y maestros.